Seguidores

jueves, 10 de abril de 2014


La Recámara del Jasidut
Las Chispas de Elifaz y Timna en Alamek

(De los 3 primeros consejeros que vienen a corregir a Iov en su momento de mayor aflicción, el tercero es Elifaz haTaimaní. Explican los sabios que era uno de los profetas de los pueblos gentiles, tenía Ruaj haKodesh, pero este no era tan perfecto como para ayudar a Iov. Elifaz el Taimaní era, ni más ni menos, que el padre de Amalek, de la descendencia de Eisav, Edom, Roma.)

Está escrito que el poder de Amalek, a diferencia de toda otra nación, es a causa de su padre y de su madre. En primer lugar, su padre, Elifaz, aparece en el libro de Iov como Elifaz el Taimaní, el primer amigo de Iov. En la Torá es sólo Elifaz, sin el apelativo hataimaní [yemenita]. ¿Quién fue su madre? Su nombre es Timna, "Y Timna fue la concubina de Elifaz."

¿Cuál es la historia de Timná? Los sabios escriben que Timná quería apegarse al pueblo de Israel. Fue a los Patriarcas y les pidió que la conviertan, pero se negaron. Ella fue a Iaacov y le pidió que la desposara, que la convierta, quería apegarse a la simiente de Abraham, y Iaacov se negó a aceptarla. Entonces se dijo a sí misma, si no puedo ser judía, entonces por lo menos para  aferrarme en cierta medida a la simiente de Abraham –quería tener descendencia real- entonces me haré concubina de Elifaz, que descendía de Abraham. Y así fue que justamente de ella nació el antisemita arquetípico, el enemigo jurado del pueblo judío, Amalek.

Está escrito en el Midrash Tana Debei Eliahu, que Amalek vino y preguntó a su padre, Elifaz, quién iba a heredar el Mundo por Venir. Así le preguntó a su padre. Y Elifaz le contesto al joven Amalek: sabe que el Pueblo de Israel heredará por siempre tanto este mundo como el Mundo por Venir. Por eso, si deseas merecer algo, entonces ve y cava pozos de agua y construye caminos y sirve fielmente bajo las órdenes del pueblo judío. Así podrás merecer algo de la gran herencia que el pueblo de Israel heredará de este mundo y del Mundo por Venir. Así le dijo Elifaz a Amalek.
Pero Amalek, en vez de aceptar y honrar las palabras de su padre, observar el precepto de honrar a su padre y a su madre, como su abuelo, el malvado Eisav que honró a su padre, Amalek hizo exactamente lo contrario, porque lo que escuchó de su padre sólo lo irritó, lo enfureció, y desde ese momento, decidió que destruiría al pueblo judío a cualquier precio, sería el gran oponente. Pensó que no era justo que ellos se queden con la banca, que hereden todos los mundos, este mundo y el Mundo por Venir, y no lo iba a aceptar bajo ninguna circunstancia.

¿Cuál puede ser entonces la rectificación de ese pueblo? Maimónides establece que toda nación, incluyendo a la de Amalek puede hacer la paz con el pueblo judío cuando entren a la Tierra de Israel para hacer la guerra. Tenemos el precepto de eliminar a las siete naciones y no dejar supervivientes, pero si vienen a hacer la paz, entonces debemos aceptarlos. Hacer la paz significa que ellos aceptan los siete preceptos de los Bnei Noaj, pagan impuestos y servirán a Israel. Esto significa que se someterán completamente al Pueblo Judío, eso significa hacer la paz. No significa conversión al judaísmo, sino que son considerados como extranjeros residentes, guer toshav. Allí, Maimónides escribe explícitamente que incluso en ese caso, también Amalek puede hacer la paz como pueblo y son aceptados. Usualmente a esto llama que una nación entera se rinde pacíficamente, levanta la bandera blanca, levanta las manos y se rinde al Pueblo de Israel, entonces los aceptamos si hacen paz con nosotros.

Pero la conversión es un caso diferente. Dijimos que en su respuesta, el Avnei Nezer escribe que hay una razón para legislar que podemos aceptar a un amalekita que viene a hacer la paz, y aceptar sus impuestos y sus servicios pero no como un justo converso. La explicación de esto es del Midrash que mencionamos antes. Elifaz, el padre de Amalek le dijo a Amalek: tu rectificación, mi querido hijo, es rendirte al pueblo judío, ponerse bajo la jurisdicción del pueblo de Israel, no convertirse sino servirlo. Entonces Amalek se rebeló y no estuvo dispuesto de ninguna manera a aceptar el hecho de que se debía rendir a los judíos, por eso se convirtió en el enemigo jurado del pueblo judío.
El Avner Nezer declara que un justo converso que se convierte se vuelve un ciudadano del país, tiene los mismos derechos pero esto no rectifica a Amalek. Ese es el razonamiento, una bella investigación. Dice que si se llegara a convertir al judaísmo, no lo rectificaría, porque un converso no se rinde completamente al pueblo de Israel y la única rectificación para Amalek es someterse completamente, y esto es sólo haciendo la paz, aceptar pagar impuestos y someterse en servidumbre y cumplir los siete preceptos de los Bnei Noaj. Pero todos los legisladores posteriores [ajaronim] no están de acuerdo, y establecen que Amalek se puede convertir, y que la única rectificación es someterse es sólo una de las explicaciones, y por eso hay otra explicación que podemos aceptarlo a Amalek si hace paz pero no como un converso.
De todas maneras, la halajá establece de acuerdo a la gran mayoría de los ajaronim, según el Rambam, que pueden hacer la paz y  convertirse.

Entonces, ¿qué aprendimos de esto? Que hay dos aspectos diferentes. Ahora volvamos a los padres. ¿Qué quería su madre? Se quería convertir. ¿Qué le enseñó su padre? Rendirse. Pero como tiene los genes de su padre y de su madre, podemos decir simplemente que la razón de que lo aceptemos si hace la paz es por el poder de su padre, Elifaz. Pero la razón de que lo aceptemos como un justo converso es en mérito de su madre, Timna, la concubina de Elifaz

Entonces tenemos que Elifaz, אליפז , Timna, תמנע y Amalek, עמלק , cuyo valor numérico es 928: “Honra a tu padre y a tu madre” (כבד את אביך ואת אמך ). Por eso la rectificación de Amalek es observar el precepto de honrar a nuestros padres. Por supuesto esto nos toca también a nosotros, es el precepto más importante de los Diez Mandamientos. Dios puso el honor de los padres, incluso antes que el Suyo propio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario