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jueves, 18 de agosto de 2011


TORÁ Y MATEMÁTICAS

El Arte de la Guematria - Estructuras Matemáticas

LA HISTORIA DE π - PARTE 1



INTRODUCCIÓN

Sin duda, uno de los problemas más intrigantes de la geometría de todos los tiempos es el cálculo de la circunferencia del círculo. Aunque su forma es de una sutil simplicidad y perfección, la circunferencia del círculo es imposible de medir. Esta notable característica es tal vez la dicotomía básica entre el hombre y la naturaleza, porque como seres humanos amamos medir y cuantificar todo, pero la naturaleza aparentemente lo rechaza en la misma medida.

La razón básica para esta dicotomía ya fue expuesta por el más sabio de los hombres, el Rey Salomón, quien escribió: “Dios hizo al hombre recto y pero intenta muchas maquinaciones”1 La naturaleza de la mente humana es pensar recto —de ahí nuestra afinidad por llevar todo a la línea recta. Pero el mundo natural es curvo, como dicen nuestros sabios “no hay muchos cuadrados en la naturaleza”2 En efecto, la línea recta simplemente no cuadra cuando se trata de cuantificar un fenómeno natural. Entonces, la conclusión de esta interpretación es que obviamente las maquinaciones del pensamiento humano buscan captar a la naturaleza.

Y aquí es donde entra el transcendental número π, representando el intermediario básico que cubre la brecha entre la mente humana recta y las curvas de la naturaleza, porque nos permite, dentro de cierto grado de precisión, transformar una línea curva en una recta. Tomemos el círculo de radio r. Como no hay cuadrados en la naturaleza, y de hecho podemos decir que en ella casi no hay polígonos regulares,3 entonces, sin importar cuántos lados hay en nuestro polígono regular, no podemos usarlos para medir la circunferencia del círculo. Pero sí podemos aproximarnos, y esta aproximación a la relación entre la recta y la curva es efectivamente la historia del número π.

Se contaron historias desde muchas perspectivas diferentes acerca de π, en su mayoría desde el punto de vista de su descubrimiento e incluso desde el punto de vista de las fuentes tradicionales judías.4 Aquí ofrecemos un punto de vista nuevo, que sólo puede provenir del espíritu sicológico y místico de la dimensión interior de la Torá. Vamos a contar la historia de π desde la perspectiva de su resto.

Geométricamente, el resto de π es la discrepancia que se genera cuando comparamos el verdadero valor del diámetro con el valor que surge de dividir la circunferencia por 3. Numéricamente representa la parte infinita de π está a la derecha del punto decimal.

En este artículo contaremos la historia de ese resto desde la perspectiva del modelo básico de auto transformación descripto por el Baal Shem Tov, el fundador del movimiento Jasídico del siglo XVIII. Ya que hemos tratado este modelo y sus particularidades en muchos otros artículos y libros,5 nos limitaremos para nuestros propósitos a resumir sus tres estados generales: sumisión, separación y dulcificación. En otras palabras, veremos cómo el “resto” es sometido (o suprimido), separado y finalmente dulcificado.

martes, 16 de agosto de 2011


Incorporar la Excepción a la Regla General



La historia de la ciencia moderna certifica que el avance de la ciencia se produce prestando atención a aquellos detalles que la teoría previa no pudo explicar. Este principio también se aplica al avance social y político.

Todo sistema o teoría, ya sea científico o político, tiene sus reglas. La Torá, con su complejo conjunto de preceptos para vivir una vida normal, tiene muchas reglas. Están compiladas en el Shulján Aruj, el código de la ley y las costumbres judías aceptado universalmente.  

Pero toda regla tiene su excepción (que esta regla tenga a su vez una excepción o no, da lugar a una paradoja lógica, pero Dios está por encima de la lógica y Su Torá trae Su luz infinita mucho más elevada que la lógica).

La mayoría de los judíos buenos y temerosos de Dios viven de acuerdo a las reglas, como Dios desea. En general no están conscientes de las excepciones (y a menudo están inclinados a reprimir dentro de sus subconscientes que existen las excepciones). Pero los grandes tzadikim (las almas justas) de cada generación están siempre conscientes de las excepciones a las reglas, y en gran medida le dedican su vida a las excepciones. 

Una congregación de almas crea una norma en conjunto. Pero cada alma individual, cuando se observa fuera del contexto de la congregación, es una excepción a la regla.

Los sistemas políticos basados en la filosofía política, tienden a urdir una política adaptadas a la congregación (el clal) pero a menudo restan importancia a lo individual (el prat), el detalle que no encaja en lo general. El líder verdadero es el que estudia/juzga los casos individuales (como se nos cuenta en la Biblia acerca de los personajes del Rey David y el Rey Shlomó) y basa su liderazgo alrededor de ellos. Ese líder conoce un secreto muy grande: La excepción (los detalles aparentemente insignificantes que por alguna “misteriosa” razón no encajan en la norma general) enriquece la norma y motiva su desarrollo y progreso. 

Y así es con respecto al desarrollo orgánico de la Tradición de la Torá Oral. En cada generación surgen nuevas situaciones individuales, que requieren ser juzgados y evaluados nuevamente, con renovada inspiración. Esto halla su expresión en la riqueza de la literatura rabínica, el “shakla vetaría”, la discusión basada en las preguntas y respuestas que se va enriqueciendo de generación en generación, y es el sello de la verdad que produce el avance de la Torá misma

lunes, 15 de agosto de 2011

Cerca de Dios



may 11th, 2011 by admin

La señal de que hemos realizado una buena acción es sentirnos cerca de Dios. Sentirnos lejos, enemistados con Dios, es una señal de que hemos hecho algo incorrecto.

De los 13 Principios de Fe delineados por Maimónides, el 11 es la fe en la recompensa y el castigo. Está la recompensa y el castigo del futuro, en el Mundo por Venir, pero también hay una recompensa y un castigo inmediato, en este mundo.

No hay una sensación mejor que sentirnos cercanos al Todopoderoso, y no hay una peor que sentirnos alejados y separados de Él.

Si una persona realiza una mitzvá (un precepto de la Torá, una buena acción bien definida) y todavía se siente alejado de Dios (el Comandante de la mitzvá) es porque realizó la mitzvá por rutina o que algún motivo egocéntrico entró en su conciencia mientras cumplía la mitzvá.

Cumplir una mitzvá por ella misma, llevar a cabo la voluntad de Dios y nuestra misión en la vida, siempre nos dará una sensación de cercanía a Dios.

A veces uno experimenta una elevación momentánea luego de realizar una mitzvá y a continuación experimenta una caída espiritual.

El Baal Shem Tov explica que esto es porque esa elevación no fue más que una sensación de auto satisfacción, no de verdadera alegría por haber merecido hacer el bien en el servicio a Dios.

El sentido de la gratificación propia que viene casi automáticamente con la realización de una mitzvá está asociado al veneno de la serpiente que muerde el talón del hombre, simbolizando el final de una acción.

Por eso no hay que confundirse entre la sensación falsa e impura de la auto gratificación y el sentimiento verdadero y puro de la cercanía a Dios.

viernes, 12 de agosto de 2011

AMOR Y CABALÁ - BUSCAR PAREJA: ¿AMOR O DOLOR?



Instituto Gal Einai de Israel
Centro de difusión de Cabalá y Jasidut de Rav Itzjak Guinsburgh Shlita

Parashát Vaetjanán - ¿El Mashíaj Bajando por la Chimenea?


Una Palabra que Expresa la Unidad Esencial

La palabra hebrea ejad, "uno", es la más importante del versículo (Deuteronomio 6:4):

Oye Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es Uno

Aunque ejad expresa la unidad absoluta de Di-s está compuesta por tres elementos, las letras alef, jet y dalet.


Su valor numérico es 13, número en el que se refleja la unicidad absoluta de Di-s y que también es el valor numérico de la palabra ahavá, "amor".


Una Visualización Paradójica


Cuando meditamos vemos imágenes sagradas, pero Di-s, en Su unidad absoluta, está por encima de toda forma o imagen. Al meditar sobre las tres letras de la palabra ejad, visualizamos paradójicamente eso que no tiene forma, nos unificamos con El que no tiene figura y nos hacemos concientes de El.


Por definición, la unidad absoluta no puede ser visualizada, ya que de lo contrario significaría que tiene partes y entonces no es esencialmente una unidad.


No obstante, visualizando la palabra ejad traeremos a nuestra conciencia la percepción de la unida de Di-s.


Esto puede compararse con la etapa de ratzó, "correr" desde las imágenes visualizadas hacia la unidad absoluta de Di-s, que está por encima de las imágenes.


La Meditación que trae el Shulján Aruj


La primera meditación sobre la palabra ejad en el versículo del shemá: "Oye Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es Uno", está escrita en el Shulján Aruj, el Código Judío de Leyes. La alef de ejad representa alufó (de la letra alef) shel olam, "el Amo del Universo". El valor numérico de la alef es 1 y representa a El Uno Esencial. El Shulján Aruj advierte no demorarse mucho tiempo en la imagen de esta letra, porque es intangible y no puede llegar a comprenderse fácilmente.


A continuación pasamos a meditar sobre la letra jet, de valor numérico 8. Al centrarnos en ella meditamos sobre el hecho que la unidad de Di-s permea la realidad visible y la imaginable. Primero impregna los 7 niveles del firmamento arriba y luego continúa descendiendo hasta el octavo nivel de la tierra, abajo.


Finalmente llegamos a la letra dalet, cuyo valor numérico es 4 y corresponde a las cuatro direcciones, la unidad de Di-s se esparce hacia el este, el oeste, el norte y el sur.


Cuando nos conectamos a la unidad de Di-s dejando de lado las imágenes con las que nos habíamos conectado antes, estamos pasando a la etapa de ratzó, como ya vimos. Luego en la meditación del Shulján Aruj experimentamos la etapa de shov, "retorno". "Retornamos" de nuestra meditación inicial acerca de la unidad de Di-s en la alef y descendemos para visualizar cómo Su unidad permea la realidad en los siete firmamentos arriba y la tierra abajo y cada uno en las cuatro direcciones.


Jasidut profundiza en ejad


El jasidut agrega otra dimensión a la meditación en ejad. Toda alma judía es realmente una parte de Di-s. Cuando aprendemos a reconocer su unicidad, tenemos que meditar simultáneamente en que Di-s y la fuente de nuestras almas son uno. El alma se origina en la unidad absoluta con Di-s. Este es el punto de la alef.


Cuando se decreta Divinamente que el alma debe entrar al cuerpo, esta desciende a través de los siete firmamentos. Entonces el alma alcanza el octavo nivel, el cuerpo, que es llamado "tierra". Este descenso del alma al cuerpo es el nivel de jet.


Toda alma es un emisario de Di-s para diseminar la conciencia Divina hacia las cuatro direcciones de la tierra. Dalet es el nivel en el cual el alma "estalla" hacia todas las direcciones para cumplir su misión Divina.


El Nivel Intermedio de las Direcciones


Cuando comprendemos el rol de las cuatro direcciones en nuestra meditación, entonces entendemos la conexión entre las dos meditaciones previas y las siguientes.


En hebreo, la palabra "dirección" es ruaj. Literalmente, significa "espíritu" o "viento". Cada dirección es un viento y cada viento es un espíritu. En nuestro ejercicio meditativo, el espíritu que alude a Mashíaj es el nexo intermediario entre las meditaciones previas y las subsiguientes.


Ruaj alude a dos importantes versículos en la Biblia. En la visión de Ezequiel de los huesos secos (Ezequiel 37), el ruaj tiene que ser insuflado en las narices de las personas para traerlas de nuevo a la vida y redimirlas. Para que sean redimidas necesitan el espíritu de Di-s.


En la meditación jasídica acerca de la dalet, ante|s mencionada, este espíritu es dirigido hacia el exterior para diseminar la conciencia Divina hacia los cuatro puntos cardinales de la tierra, pero aquí las cuatro direcciones del espíritu de Di-s son dirigidos hacia adentro, soplado en las narices del pueblo por el Mashíaj.


El segundo versículo donde se menciona ruaj es en Isaías (Isaías 11:2), donde está escrito que el Mashíaj recibirá cuatro espíritus: el espíritu de Di-s, el espíritu de la sabiduría y el entendimiento, el espíritu de congregación y el poder y el espíritu de la conciencia y el temor reverencial de Di-s. La dalet grande de la palabra ejad, tal como está escrita en la Torá, alude a estos cuatro espíritus que descienden sobre el Mashíaj.


Dado que, como enseña el Baal Shem Tov, todos tenemos la chispa del Mashíaj, rogamos que este versículo se haga realidad en nuestras propias vidas.


La Meditación Mesiánica


Ahora que comprendemos que el Mashíaj está representado por la letra dalet de ejad, (aunque en esencia el Mashíaj se relaciona con las tres letras de ejad y no sólo con la dalet), podemos proceder a la tercera meditación.


Esta invierte el orden de nuestra meditación. Primero, los cuatro espíritus de los vientos descienden sobre nosotros, para que luego podamos salir y llevar la conciencia de la unidad absoluta de Di-s a toda la creación.


Chimenea, Ventana, Puerta


Un dicho jasídico dice que el Mashíaj puede venir a través de la chimenea (arubá, que comienza con alef), o posiblemente volando a través de la ventana (jalón, comienza con jet) o entrará a través de la puerta (delet, comienza con dalet). Las primeras letras de cada una de estas entradas posible forman la palabra ejad.


Estas tres posibilidades para la llegada del Mashíaj son las tres imágenes a las que aspiramos cuando pensamos en su llegada. Mientras que la aparición del Mashíaj en la chimenea es algo extraordinario, que entre por la ventana no lo es tanto, mientras que la última, a través de la puerta, es la más natural de las tres.


Mashíaj Bajando por la Chimenea


El Mashíaj puede ser cualquier cosa y es todo. Como es lógico, podemos imaginar fácilmente un Mashíaj humano entrando por la puerta, pero la imagen de una chimenea es menos directa ya que se asocia claramente con el humo y el fuego. En cabalá, "el humo", (en hebreo "ashán", ver la porción de Itró) es un acrónimo de las dimensiones de la realidad: espacio, tiempo y alma. La primera tarea del Mashíaj es eliminar completamente todo mal y sufrimiento. El Mashíaj como fuego es la imagen del mal consumiéndose en llamas sobre la tierra. La aniquilación del mal es el punto de partida necesario para el Mashíaj, pero desde allí deberá seguir progresando.


Mashíaj a través de la ventana


La imagen de algo que entra volando por la ventana es la del ave. En el Zohar está escrito que mientras el Mashíaj aguarda para redimirnos, se sienta en el nido de un ave. El valor numérico de la palabra tzipor, "pájaro", es 376, igual que la palabra shalom, "paz". Luego de eliminar el mal y el sufrimiento, el Mashíaj procederá a traer la paz absoluta y universal sobre la tierra.


Mucha gente puede pensar erróneamente que la culminación de la misión del Mashíaj es esta de traer la paz, sin embargo, el Mashíaj debe también acceder a la etapa siguiente, y entrar por la puerta.


El Mashíaj a Través de la Puerta


La imagen del Mashíaj entrando por la puerta es la del novio perdido por tanto tiempo que se reúne con su amada novia, como se describe en el Cantar de los Cantares. Es la unión del Pueblo Judío con Di-s y del mundo entero con Di-s.


Cuando meditamos en ejad, nos conectamos con esta experiencia de infinito amor de las delicias. Es la máxima manifestación de la unidad perfecta de Di-s en nuestras almas y la más esencial de las tres imágenes. Como se explicó arriba, el valor numérico de ahaba, "amor", es (13) al igual que ejad.


La unicidad absoluta de Di-s se manifiesta como el amor de las delicias con Israel.


Paz y Amor


Jasidut explica que por cuanto que la paz involucra necesariamente un pacto entre al menos dos entidades opuestas, el concepto de paz sólo puede comenzar a existir después de la contracción inicial de la luz infinita de Di-s, cuando comienza la creación de un ente aparentemente separado. El Rebe de Lubavitch agrega que el concepto de amor es el de dos amantes manifestando un estado de unidad absoluta. Como tal, el amor existe previamente a dicha contracción, ya que es la manifestación de la luz de Di-s. Esto es especialmente cierto respecto al epítome del amor, el amor de las delicias entre Di-s e Israel.


Los Elementos


Esta progresión de la llegada del Mashíaj en tres etapas está bellamente ilustrada de acuerdo a los cuatro elementos. El Mashíaj viene a redimir al pueblo, representado por el elemento de tierra o polvo. Primero se manifiesta a través de la chimenea como fuego, luego por la ventana como viento y finalmente a través de la puerta como agua.


La Conexión entre Agua, Puerta y Amor


En hebreo, la palabra para un manantial de agua es deli, que comparte una raíz con delet, "puerta".


El manantial de Miriam proveyó a Israel con agua mientras avanzaban por el desierto. Cuando llegaban a cada lugar de campamento, un arroyuelo de agua fluía desde el manantial directamente hasta la puerta de cada tienda.


En el Tania, el Alter Rebe explica que esta es la imagen del novio amado entrando por la puerta y volviendo a casa a su novia anhelada. Este es el amor (13) de las delicias de Mashíaj manifestándose como la unidad absoluta (ejad, 13) de Di-s y su novia, Israel.


Meditación
Alef
Jet
Dalet
Shulján Aruj
Di-s, El Esencial
La Unidad de Di-s permeando la realidad a través de los siete firmamentos
La Unidad de Di-s esparciéndose en todas las direcciones
Jasidismo
Origen del alma en la unidad absoluta de Di-s
Descendiendo del alma por los siete firmamentos hasta el cuerpo
Misión Divina del alma
Mesiánico
Arubá, chimenea
Aniquilación del mal
Jalón, ventana
Paz sobre la Tierra
Delet, puerta
Amor de las delicias

Instituto Gal Einai de Israel
Centro de difusión de Cabalá y Jasidut de Rav Itzjak Guinsburgh Shlita

domingo, 7 de agosto de 2011

Devarim

La Montaña más Popular del Mundo




La Visión del Tercer Templo

Rabi Levi Itzjak de Berdichev enseñó que en el Shabat anterior a Tisha BeAv, fecha esta en que fue destruido el Templo de Jerusalem, se le ofrece a cada judío una visión del Tercer Templo que será construido por el Mashíaj. Este es llamado Shabat Jazón, "el Shabat de la Visión".

 

La porción de la Torá que se lee en ese Shabat siempre es Devarim, donde Moisés detalla las victoriosas batallas contra Sijón, el rey de Emorí y contra Og el rey de Bashán. Como resultado de estas batallas fue conquistado el monte Jermón, al norte de Israel.

 

La imagen de este monte, el más alto del país, es una parte integrante de la lectura de Shabat Jazón. ¿Cuál es su conexión profunda con el templo?

La Montaña más Popular

Después de mencionar a este monte como parte de la frontera de Israel, la Torá, de manera inusual, describe los otros nombres de este monte: los tzidonitas lo llamaban Sirión y los emoritas, Snir.

El famoso comentarista medieval de la Torá, Rashi, agrega a su vez otro nombre: Si-On, mencionado en la siguiente porción Vaetjanán, explicando que cada nación, en un intento de adoptarlo como propio, llaman a la gran montaña con un nombre en su propio idioma.

La Montaña Nevada

Rashi explica que Snir significa "nieve". Está cubierto de nieve todo el invierno, pero cuando esta comienza a derretirse se transforma en un río vigoroso que alimenta el mar de Galilea y el río Jordán.

El Midrash relata que hay siete mares (iamim) en Israel que corresponden a los siete días (también iamim) de la semana. El séptimo río, correspondiente al Shabat es el mar de Galilea, la mayor fuente de agua de Israel.

La Corriente Mesiánica

En el Salmo 133:3 leemos acerca de:

 

"el rocío del Jermón que va corriente abajo,

sobre las montañas de Zion

 

El rocío es la esencia del agua, la nieve derretida. La imagen del rocío del Jermón fluyendo corriente abajo sobre las montañas nos brinda una clara conexión con la visión del tercer Templo del Mashíaj con el que soñamos en el Shabat Jazón. Para comprender el origen de esta corriente, exploremos la raíz del nombre Jermón.

La Mini Autoanulación y Moisés

 

La raíz de Jermón en hebreo es jerem, jet-reish-mem, que significa anulación o auto anulación. Las dos letras restantes que lo completan, vav y nun, on, es una terminación utilizada en hebreo para reducir cuantitativamente el significado de una palabra. Aunque es la montaña más grande en Israel, Jermón significa "una pequeña auto anulación".

Este pensamiento conecta inmediatamente esta montaña con Moisés, el ejemplo de auto anulación. Moisés no sólo era el rey de Israel, sino su comandante en jefe, quien encabezó las fuerzas israelitas y mató a Og el rey de Bashán en la batalla por el monte Jermón.

 

El midrash abunda en detalles acerca de esta batalla que no están explícitos en la Torá. Entre ellos cuenta que en un desesperado intento por destruir a todo Israel de una sola vez, el colosal Og levantó una montaña con sus brazos y trató de arrojarla sobre el ejército israelita.

Milagrosamente, la montaña colapsó y se desmoronó sobre la cabeza de Og. Esto le dio a Moisés, quien es la esencia de la auto anulación, la oportunidad para saltar en el aire con una larga espada que clavó en el talón del rey, matándolo.

 

Abraham

La raíz hebrea de jerem es una permutación de ramaj, reish-mem-jet, los 248 miembros del cuerpo que corresponden a los 248 preceptos positivos de la Torá.

 

Este también es el valor numérico de Abraham a quien también su auto anulación le permitió integrar el conocimiento de la unicidad de Di-s en su propio ser, lo que conforma el origen de los 248 miembros y mandamientos positivos.

Abraham diseminó este conocimiento por el mundo, manifestando la imagen de Di-s.

248 también es la guematria de betzelem Elokim, "a imagen de Di-s".

Abraham y Sara

En el versículo de Devarim, el nombre que aparece como pareja de Jermón es Sirión, que significa "director" o "líder" y comparte la raíz y el significado con Sará.

El otro nombre, Si-On, significa "pico" o "clímax".

 

El Punto Panorámico de la Fe

En El Cantar de los Cantares hay un hermoso verso (4:8) que reúne todos estos significados:

Observa desde las alturas de amaná ("fe")

desde las alturas del Snir y el Jermón

La redención final vendrá en primero desde el norte. La primera visión de la Tierra Prometida que tendrá el Pueblo de Israel llegando desde el norte será la del Monte Jermón.

Di-s le ordenó a Moisés, antes de su desaparición, que ascienda al monte Nevó para que tuviera una visión de toda la Tierra de Israel y la promesa del futuro. Desde allí divisó hasta los lugares más lejanos de la Tierra Prometida.

Cuando Mashíaj traiga al Pueblo de Israel de regreso a la Tierra de Israel, ellos también habrán de ascender hasta la cima, Si-On, desde donde podrán vislumbrar su verdadero propósito, la construcción del Templo y la diseminación del conocimiento de Di-s por el mundo. Esta cúspide debe ser el origen de toda la Tierra de Israel y del Templo.

El monte Jermón es el lugar donde Israel se conectará a la "cabeza (el líder, Sirión) de todos los creyentes", su padre Abraham (Jermón). Desde este punto panorámico visualizarán su objetivo a través de los ojos de Abraham de fe total y perfecta (blanco nieve) en Di-s y la llegada del Mashíaj.

Esa fe fluirá como nieve derretida (Snir) desde la cima del Jermón para completar la visión del Templo reconstruido en Jerusalem.

"El Padre de la Multitud de Naciones"

En su comentario sobre el significado de la palabra Snir, Rashi hace una observación muy inusual. Explica que su significado es "nieve" en el antiguo lenguaje cananita y también en alemán. Al yuxtaponer estos dos idiomas, uno antiguo y el otro moderno, deja claro que la popularidad de este monte entre las naciones no está relegada a la historia antigua.

Todas quieren reclamarlo como suyo, porque todos quieren identificarse con la fe de Abraham, el creyente en el Di-s Único de Israel.

Rashi vislumbró que hasta el enemigo más grande de Israel en el pasado reciente, la nación alemana, también quiere identificarse con esa fe. Al final, Abraham elevará y redimirá las chispas caídas de todas las naciones, incluso aquellas que se han hundido más abajo.

Así como todas las naciones ascenderán físicamente para venerar a Di-s en el monte de Zion, fluirán espiritualmente para ser parte de la fe de Abraham.

Esto está ejemplificado por el valor numérico de "monte Jermón", Har Jermón, que equivale a:

En ese día Di-s será Uno y Su Nombre Uno

 

 

Instituto Gal Einai de Israel
Centro de difusión de Cabalá y Jasidut de Rav Itzjak Guinsburgh Shlita