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viernes, 18 de febrero de 2011

Partzuf de los Fundamentos de las Sefirot: Encontrar a un Rey


Digamos algo más acerca de esto. Hoy en día, tenemos muchos problemas en la Tierra de Israel. El más básico, del cual provienen todos los demás, es que el pueblo judío (observante o no) no está conciente que la Toráh nos ordena que al entrar a la Tierra de Israel tenemos tres mitzvot públicas que realizar. La primera es designar a un rey, la segunda es derrotar a los enemigos del pueblo judío y la tercera es construir un Templo en Ierushalaim, y deben ser cumplidas en ese orden. Entonces, nombrar un rey es la clave para tener éxito en esta Tierra.
Lamentablemente, la razón de que nadie tome esto en serio es porque los conceptos de monarquía y reinado se volvieron algo sin chance desde el renacimiento a esta parte. Los reyes son considerados corruptos, etc. Claramente, este no es un argumento cuando se trata de los mandamientos eternos de la Toráh, pero esto es lo que está bloqueando la mente de la gente, que les impide pensar seriamente acerca de lo que quiere decir la Toráh cuando nos dice que designemos un rey.
Entonces, la cosa más importante que hoy debe ser aclarada a nuestro pueblo es que lo que significa un rey para la Toráh, cuáles son sus responsabilidades, etc. Este es un aspecto muy importante para nuestro retorno a la Tierra de Israel y para el proceso de la redención completa y definitiva que depende de ello. Por eso Maimónides concluye su Código de Leyes con las Leyes de Reyes. Es muy importante entender estas leyes y saber qué se supone que debería ser un rey judío, especialmente si queremos cumplirlas. Este es el primer precepto que tiene la intención de asegurar nuestra presencia en nuestra tierra, sin el cual nuestra presencia no puede asegurarse.
Pero, de hecho, incluso no hay muchas ieshivot que estén a tono con el hecho de que las leyes pertenecientes a la monarquía judía son el tópico más importante para meditar, discutir y escribir acerca de la realidad presente. Para el pueblo judío como un todo, este es el tópico más importante en que se debe profundizar. Para las personas todas las leyes de la Toráh son importantes: kashrut , Shabat, etc., pero para nosotros como pueblo, las Leyes de Reyes son el conjunto de leyes más importantes que necesitan ser estudiadas e implementadas. Hasta donde sabemos, la única ieshiváh que estudia seriamente este tópico es la nuestra que estaba ubicada en Shejem y que ahora está en Itziar.
¿Cuál es punto de todo esto? Después de que todo fue dicho y hecho, cuando sabemos todas las leyes del rey, qué derechos tiene, cuáles es su responsabilidad frente a su pueblo, etc., entonces podemos ir un paso más adelante y preguntar cómo es su carácter interior. La respuesta a esto está dada por la experiencia interior de la sefiráh de reinado, que es la humildad. Esta fue la cualidad del rey David y su vivencia íntima como persona adecuada para ser el rey de Israel.
Pero todavía puedes hacer una pregunta más profunda aun: ¿Cómo podemos saber quién tiene una humildad verdadera? ¿Existe una manera sencilla de reconocer a la persona que Hashem quiere que designemos como nuestro rey? La respuesta es –y esto se conecta con lo que estamos describiendo aquí con este partzuf de los fundamento de las sefirot- que el rey es la persona que se alegra simple y verdaderamente mirando al pueblo y que todo el pueblo es verdaderamente feliz simplemente mirándolo.
Hay una persona que ama a todos los rostros de todo el pueblo y todo el pueblo ama su rostro. El verso que describe esto en la Biblia es “Tus ojos percibirán la belleza de un rey”. (10) Esta es la manera de identificarlo. Este es un importante ejemplo de lo que el Zohar trata de decir cuando dice que hay una oportunidad de percibir a un rey, como se dijo antes.
Quien es un alma verdaderamente conectada corre a ver al rey (y al Rey) y no desea nada más sino la oportunidad de verlo en toda su belleza. Lo mismo es verdad desde el punto de vista del rey, quien no pide nada, sólo ser feliz contemplando a su pueblo. Este es un principio de complementariedad psicológica expresada en el verso: “Como el agua refleja el rostro, así el corazón del hombre refleja el de su prójimo”. (11) El rey es el que ama mirar a cada uno.
En nuestra generación fuimos privilegiados con ver un ejemplo de tal persona. El Rebe de Lubavitch entregaba dólares todas las semanas. Aun a edad avanzada permanecía de pie por 6 o 7 horas firme para entregar los billetes a la cantidad enorme de personas que hacían fila en 770. ¿Por qué hacía esto? Simplemente decía que era feliz mirando las caras de la gente. Cierta vez, cuando se le preguntó acerca de venir a la Tierra de Israel, dijo que ese es su deseo más grande, pero tenía muchas razones por las cuales no podía y siempre esperó por un signo del Cielo de que ya era el tiempo de venir. ¿Pero por qué quería venir? Puede haber muchas razones verdaderamente buenas (desde razones halájicas hasta por pasión personal). Pero la que manifestó abiertamente fue que realmente quería ir a la Tierra de Israel porque podría ver muchos rostros nuevos, muchas caras nuevas de judíos que nunca había visto.
Todo esto es la descripción de un punto de contacto entre la realidad interior y la exterior. Esto es sabiduría y lo que queremos significar como poder de percepción.

Instituto Gal Einai de Israel
Centro de difusión de Cabalá y Jasidut de Rav Itzjak Guinsburgh Shlita
La Dimensión Interior

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